SÁBADO
Eran aproximadamente las 3 de la mañana cuando desperté . Ayer me acosté apenas llegué de la u, y dormí profundamente, sin importar nada más. Al abrir los ojos, el dolor perturbaba mi cabeza, incluso mi mente. La luz de mi habitación no me dejaba tranquila, mucho menos esos colores que alguna vez tanto busqué. Verdes, rojos, naranjos y amarillos incrementan el dolor mental, el ardor de ojos. Apagué la luz y, tendida en la oscuridad, busqué una solución a mi malestar.
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