LUNES
Son las siete de la mañana y comienza una nueva semana. No sentí ganas de saltar de mi cama, pensé que realmente daba lo mismo llegar tarde a la u, un día más, un día menos llegando atrasada no alteraría existencia alguna. Ese sentimiento me aclaró que este era uno de esos días eternos en que el mundo es tan vasto como pequeño, hermoso y a la vez feo, realmente horrible...
Y comencé con pesar mi rutina, y la terminé por supuesto, sin satisfacción alguna. La clase de hoy no fue para nada alentadora. El cine es plata, plata y más plata. Contactos y papas en la boca, egos y otras personalidades hechas para destruir... o bien chuparle los pies. ¿Estoy en mi mundo, ese que tanto esperé encontrar? ¿Iré hacia el lugar correcto, ese confortable con cielos de óleo que tanto anhelo? Mmm, puede que no, y esta respuesta me hace desear un nuevo día. "Mañana será otro día", me dice la luna, bajando la mirada desde su majestuosa naturaleza hacia este hoyo de concreto.
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